
Guarani Retâ

Los Guaraníes. Persisten en quedarse en su región, a pesar de innumerables presiones, amenazas y muertes
Guarani es un nombre muy conocido, sobre todo en Paraguay, pero también en Brasil, en Argentina y en Bolivia. En realidad los Guaraníes siguen viviendo donde siempre han vivido. Y persisten en quedarse en su región, a pesar de innumerables presiones, amenazas y muertes. Las fronteras nacionales que hoy pretenden separarlos son creaciones recientes. El territorio de los Guaraníes es ANTERIOR A LA CREACIÓN Y CONFORMACIÓN DE LOS ACTUALES PAÍSES Y DE SUS FRONTERAS.
A vista de pájaro –o de un satélite- las comunidades del PUEBLO GUARANI aparecen esparcidas por un territorio, surcado por grandes y pequeños ríos, de alturas más bien bajas, de temperaturas moderadas, en un área que llamamos el típico "paisaje guaraní”, caracterizada por un ecosistema natural de notable uniformidad. Los Guaraníes habitan desde hace más de DOS MIL AÑOS este vasto territorio.
Los Guaraníes son pueblos migrantes, pero esto no quiere decir que son nómadas sin residencia fija; de hecho son buenos agricultores. Contactados por los "invasores europeos” desde el año 1500, los Guaraníes manifestaban una gran unidad lingüística y cultural. Con mucha propiedad se les dio el nombre de Guaraní, con el que habían sido conocidos por los primeros europeos que llegaron a la costa del Brasil y del Río de la Plata.
Se extendieron por esta amplia región de América del Sur en sucesivas migraciones que se prolongaron por más de 2.000 años; en tan largo tiempo no son de extrañar algunas diferencias en la forma de hablar y modos de ser entre ellos. La migración generalmente se da cuando un grupo va a otra tierra, si bien otra parte de la población queda en el lugar de origen. Pero la unidad del modo de SER GUARANI no se deshizo.
En Busca de la "Tierra sin Mal”
Las migraciones se dieron por diferentes motivos: UNO de los más fuertes fue la búsqueda de la "TIERRA SIN MAL”, muy de acuerdo con sus mitos. Se trata de una tierra fértil y apacible, donde se puede vivir a gusto. Pero a ella puede sobrevenir el MAL. Y entonces hay que superar ESE MAL o abandonar esa tierra. Son MALES para los Guaraníes:
En el siglo XX los Estados nacionales ocuparon las tierras de frontera con otras poblaciones extrañas, que con los años se han mostrado INTOLERANTES, DISCRIMINATORIAS Y VIOLENTAS.
Esas fronteras se convirtieron en líneas de separación que en pocos años provocaron la FRAGMENTACION de los GUARANÍES, aun los de una misma etnia. Los Pâi Tavyterâ en Paraguay son originalmente los mismos que los Kaiowa en Brasil y, sin embargo la frontera política entre Brasil y Paraguay ha provocado ya FUERTES DIFERENCIA culturales, políticas, religiosas y hasta lingüísticas. LO mismo sucedió con los Ava Guarani y los Mbya.
La tierra y la costumbre
Los Guaraníes suelen decir: "Nosotros no vivimos para COMPRAR la tierra; nosotros vivimos sólo para usarla BUENAMENTE”. Tierra significa para los Guaraníes en primer lugar ESPACIO DE VIDA, un espacio para realizar su manera de SER. Por supuesto la tierra también tiene su importancia como medio de producción, pero en un sentido de mantenerse como grupo, para asegurar la existencia de todos los familiares y NO PARA ACUMULAR RIQUEZAS.
Las excelentes tierras y montes de los Guaraníes han suscitado la codicia de otros pobladores y de grandes empresarios de la AGRICULTURA MECANIZADA. En verdad los primeros invasores fueron los que se APROPIARON de los Yerbales, utilizando a los mismos Guaraníes como MANO DE OBRA barata. El territorio Guaraní de hecho se encuentra ahora en gran parte destruido y está siempre amenazado por los cultivos industriales de soja, caña de azúcar y la forestación con especies de árboles foráneos, como eucalipto y el pino de Misiones (Argentina). Igualmente la introducción de pastos exóticos del África ha sido un DESASTRE para la agricultura Guaraní, invadiendo las chacras y propagando el fuego.
Las represas hidroeléctricas y los desmontes masivos han transformados también profundamente la ECOLOGÍA de la región. El mal manejo del Acuífero Guaraní, esa GRAN RIQUEZA de aguas subterráneas que los indígenas habían preservado y conservado, costará muy caro a LOS TRES PAÍSES que abusan de esos RECURSOS HÍDRICOS, con pérdidas económicas incalculables.
En la frontera entre Paraguay, Brasil y Argentina se han construido dos enormes represas: ITAIPU y JASYRETÂ-APIPE y se proyecta otra en CORPUS. Numerosas aldeas de los Mbya y Ava Guarani, como se ve en el mapa, fueron inundadas y a los damnificados no se les restituyeron tierras NI ADECUADAS ni SUFICIENTES. Este abuso e injusticia ha repercutido muy negativamente en la vida de los Guaraníes: LOS ARROYOS pierden su pendiente y se acumulan los desechos contaminantes del cultivo del TABACO y de otras actividades humanas. A pesar de los daños ya provocados, se sigue con la construcción de esas represas.
Fueron desalojados de sus tierras en acciones rápidas y, en muchos casos, de forma VIOLENTA, sin posibilidad de volver a sus asentamientos y sin tener TIERRAS NUEVAS PARA ASENTARSE DE ACUERDO A SUS NECESIDADES. Tuvieron que vivir forzadamente en "COLONIAS” o "RESERVAS” indígenas que, en realidad, eran y siguen siendo CAMPOS PARA REFUGIADOS. No había espacio suficiente para cultivar lo necesario para sobrevivir y además significaba tener que vivir junto con familias de otras comunidades con quienes muchas veces hubo una relación de conflicto.
Desde los años 1.960 hasta 1.990 prácticamente todo el sur del Mato Grosso do Sul, en el Brasil, fue DESMONTADO y esta destrucción masiva se expandió al Paraguay, done toda la franja del río Paraná se convirtió en una GRAN ÁREA DE SOJA. Para los Guaraníes esto significó la DESTRUCCIÓN DE SU MUNDO. Ellos eran habitantes de la selva, vivían en la SELVA y de la SELVA. Todos sus conocimientos, desde niveles muy prácticos sobre plantas y animales hasta su COSMOVISIÓN y ESPIRITUALIDAD, estaban vinculados al monte.
Estos cambios tan rápidos y profundos causaron entre los Guaraníes desequilibrios y desesperación que se manifiestan de diversos modos:
Y en esta situación, ¿Qué SE PUEDE HACER? Hay muchos pueblos en el mundo que han vivido situaciones parecidas, en la mayoría de los casos por una GUERRA y muchas veces también por desalojos violentos, migraciones forzadas y persecuciones religiosas. Pero una vez que encontraron un lugar para vivir, para organizarse nuevamente y en plena LIBERTAD, no sólo se recuperaron con el tiempo, sino también fueron capaces de desarrollar nuevas formas de vida más ADECUADAS A LAS CIRCUNSTANCIAS DE CAMBIO.
Esa GRAN NACIÓN GUARANI, sin embargo, a pesar de tantos años y siglos del COLONIALISMO y NEOCOLONIALISMO, no ha desaparecido y persiste en SEGUIR VIVIENDO en su propio modo de SER. ¡TENDRÁ MUCHO FUTURO POR DELANTE!
A vista de pájaro –o de un satélite- las comunidades del PUEBLO GUARANI aparecen esparcidas por un territorio, surcado por grandes y pequeños ríos, de alturas más bien bajas, de temperaturas moderadas, en un área que llamamos el típico "paisaje guaraní”, caracterizada por un ecosistema natural de notable uniformidad. Los Guaraníes habitan desde hace más de DOS MIL AÑOS este vasto territorio.
Los Guaraníes son pueblos migrantes, pero esto no quiere decir que son nómadas sin residencia fija; de hecho son buenos agricultores. Contactados por los "invasores europeos” desde el año 1500, los Guaraníes manifestaban una gran unidad lingüística y cultural. Con mucha propiedad se les dio el nombre de Guaraní, con el que habían sido conocidos por los primeros europeos que llegaron a la costa del Brasil y del Río de la Plata.
Se extendieron por esta amplia región de América del Sur en sucesivas migraciones que se prolongaron por más de 2.000 años; en tan largo tiempo no son de extrañar algunas diferencias en la forma de hablar y modos de ser entre ellos. La migración generalmente se da cuando un grupo va a otra tierra, si bien otra parte de la población queda en el lugar de origen. Pero la unidad del modo de SER GUARANI no se deshizo.
En Busca de la "Tierra sin Mal”
Las migraciones se dieron por diferentes motivos: UNO de los más fuertes fue la búsqueda de la "TIERRA SIN MAL”, muy de acuerdo con sus mitos. Se trata de una tierra fértil y apacible, donde se puede vivir a gusto. Pero a ella puede sobrevenir el MAL. Y entonces hay que superar ESE MAL o abandonar esa tierra. Son MALES para los Guaraníes:
- UNA TIERRA AGOTADA, QUE NO DA YA PARA LA AGRICULTURA, donde el mismo paisaje se ha vuelto DESÉRTICO;
- ESTAR EN MEDIO DE UN CAMPO SIN ÁRBOLES o junto a EXTENSIONES DE MONOCULTIVOS DE soja, pinos o caña de azúcar, ES UN GRAN MAL; ES UN DESIERTO…!
- Es un MAL también que en el LUGAR SE PRODUZCAN MUCHAS ENFERMEDADES Y MUERTES POR HAMBRE, EPIDEMIAS y otras causas.
- Que haya DESENTENDIMIENTO, DESORDEN y conflictos sociales y políticos entre los miembros y familias de la comunidad… ES OTRO GRAN MAL…! Pero uno de los MAYORES MALES que han tenido que soportar los GUARANÍES es la INVASIÓN Y DESTRUCCIÓN de sus tierras, la AMENAZA contra su modo de SER, la EXPULSIÓN, la DISCRIMINACIÓN y el DESPRECIO que vinieron con la llegada de "LOS OTROS”, de los colonos y de los ganaderos y más recientemente de "LOS SOJEROS”.
En el siglo XX los Estados nacionales ocuparon las tierras de frontera con otras poblaciones extrañas, que con los años se han mostrado INTOLERANTES, DISCRIMINATORIAS Y VIOLENTAS.
Esas fronteras se convirtieron en líneas de separación que en pocos años provocaron la FRAGMENTACION de los GUARANÍES, aun los de una misma etnia. Los Pâi Tavyterâ en Paraguay son originalmente los mismos que los Kaiowa en Brasil y, sin embargo la frontera política entre Brasil y Paraguay ha provocado ya FUERTES DIFERENCIA culturales, políticas, religiosas y hasta lingüísticas. LO mismo sucedió con los Ava Guarani y los Mbya.
La tierra y la costumbre
Los Guaraníes suelen decir: "Nosotros no vivimos para COMPRAR la tierra; nosotros vivimos sólo para usarla BUENAMENTE”. Tierra significa para los Guaraníes en primer lugar ESPACIO DE VIDA, un espacio para realizar su manera de SER. Por supuesto la tierra también tiene su importancia como medio de producción, pero en un sentido de mantenerse como grupo, para asegurar la existencia de todos los familiares y NO PARA ACUMULAR RIQUEZAS.
Las excelentes tierras y montes de los Guaraníes han suscitado la codicia de otros pobladores y de grandes empresarios de la AGRICULTURA MECANIZADA. En verdad los primeros invasores fueron los que se APROPIARON de los Yerbales, utilizando a los mismos Guaraníes como MANO DE OBRA barata. El territorio Guaraní de hecho se encuentra ahora en gran parte destruido y está siempre amenazado por los cultivos industriales de soja, caña de azúcar y la forestación con especies de árboles foráneos, como eucalipto y el pino de Misiones (Argentina). Igualmente la introducción de pastos exóticos del África ha sido un DESASTRE para la agricultura Guaraní, invadiendo las chacras y propagando el fuego.
Las represas hidroeléctricas y los desmontes masivos han transformados también profundamente la ECOLOGÍA de la región. El mal manejo del Acuífero Guaraní, esa GRAN RIQUEZA de aguas subterráneas que los indígenas habían preservado y conservado, costará muy caro a LOS TRES PAÍSES que abusan de esos RECURSOS HÍDRICOS, con pérdidas económicas incalculables.
En la frontera entre Paraguay, Brasil y Argentina se han construido dos enormes represas: ITAIPU y JASYRETÂ-APIPE y se proyecta otra en CORPUS. Numerosas aldeas de los Mbya y Ava Guarani, como se ve en el mapa, fueron inundadas y a los damnificados no se les restituyeron tierras NI ADECUADAS ni SUFICIENTES. Este abuso e injusticia ha repercutido muy negativamente en la vida de los Guaraníes: LOS ARROYOS pierden su pendiente y se acumulan los desechos contaminantes del cultivo del TABACO y de otras actividades humanas. A pesar de los daños ya provocados, se sigue con la construcción de esas represas.
Fueron desalojados de sus tierras en acciones rápidas y, en muchos casos, de forma VIOLENTA, sin posibilidad de volver a sus asentamientos y sin tener TIERRAS NUEVAS PARA ASENTARSE DE ACUERDO A SUS NECESIDADES. Tuvieron que vivir forzadamente en "COLONIAS” o "RESERVAS” indígenas que, en realidad, eran y siguen siendo CAMPOS PARA REFUGIADOS. No había espacio suficiente para cultivar lo necesario para sobrevivir y además significaba tener que vivir junto con familias de otras comunidades con quienes muchas veces hubo una relación de conflicto.
Desde los años 1.960 hasta 1.990 prácticamente todo el sur del Mato Grosso do Sul, en el Brasil, fue DESMONTADO y esta destrucción masiva se expandió al Paraguay, done toda la franja del río Paraná se convirtió en una GRAN ÁREA DE SOJA. Para los Guaraníes esto significó la DESTRUCCIÓN DE SU MUNDO. Ellos eran habitantes de la selva, vivían en la SELVA y de la SELVA. Todos sus conocimientos, desde niveles muy prácticos sobre plantas y animales hasta su COSMOVISIÓN y ESPIRITUALIDAD, estaban vinculados al monte.
Estos cambios tan rápidos y profundos causaron entre los Guaraníes desequilibrios y desesperación que se manifiestan de diversos modos:
- AUMENTO DEL CONSUMO DE ALCOHOL-(ALCOHOLISMO)
- AUMENTO DE VIOLENCIA INTERNA-(INTAFAMILIAR)
- AUMENTO DE SUICIDIOS-(EN AUMENTO DESDE 1.990 A ESTA PARTE)
Y en esta situación, ¿Qué SE PUEDE HACER? Hay muchos pueblos en el mundo que han vivido situaciones parecidas, en la mayoría de los casos por una GUERRA y muchas veces también por desalojos violentos, migraciones forzadas y persecuciones religiosas. Pero una vez que encontraron un lugar para vivir, para organizarse nuevamente y en plena LIBERTAD, no sólo se recuperaron con el tiempo, sino también fueron capaces de desarrollar nuevas formas de vida más ADECUADAS A LAS CIRCUNSTANCIAS DE CAMBIO.
Esa GRAN NACIÓN GUARANI, sin embargo, a pesar de tantos años y siglos del COLONIALISMO y NEOCOLONIALISMO, no ha desaparecido y persiste en SEGUIR VIVIENDO en su propio modo de SER. ¡TENDRÁ MUCHO FUTURO POR DELANTE!