Historia de Kuña Guápa: mujer laboriosa y emprendedora

por Ramón Fariña - Noticias - 12/11/2023

Este término “Kuña guápa” traducido al español guaranizado o jopará, como lo decimos los paraguayos y los del norte argentino, significa “mujer laboriosa” pero no solamente laboriosa, sino que encierra un montón de valores como infatigable, cumplidora, emprendedora, incansable, y por sobre todo hacendosa. Aquella que se encarga finamente a las tareas del hogar, y que se preocupa por todo lo que concierne a su entorno y también muy cuidadosa con ella misma, por lo que la palabra “guapa” del castellano no tiene la misma connotación. Dicho esto, pasemos al tema en cuestión.

“Kuña guápa” se titula una obra en letras del gran compositor sanlorenzano Clementino Ocampos, quien lo musicalizara Francisco Larroza. En ella y de manera muy original el autor describe situaciones que tiene al público dividido en dos: los que están a favor y sus detractores.

Algunos opinan que significa una reivindicación a la mujer del campo con sus virtudes y cualidades, poniendo énfasis en los contextos históricos de los acontecimientos como también la mentalidad del campo de esa época; y otros sin embargo, la declaran como una abierta ofensa machista. Y si, y no… He ahí la cuestión.

Para desgranar esta historia comenzamos con el mismo origen de la misma, y la letra tuvo que haber tenido una musa inspiradora. Según lo relatado por el Doctor Juan Nicolás Javaloyes, ella se llamaba Cristina Penayo González.

Cristina vino de su natal Coronel Oviedo (Departamento de Caaguazú) a la capital del país y a sus veinte años consiguió empleo como maestranza en el Hospital de Clínicas, y de ahí pasó a estudiar Enfermería para ir creciendo.

Corrían los albores de la década del 50 y Cristina se independiza y abre un pequeño negocio de venta de comidas que con mucho sacrificio lo pudo conseguir ya que tuvo una vida muy difícil ya que de pequeña quedó huérfana y fue a vivir con sus padrinos. A las 3 de la mañana comenzaba su jornada yendo a comprar los insumos y provistas para la elaboración del desayuno, almuerzo y merienda de los comensales aledaños.

Los fines de semana solía concurrir a fiestas bailables, una distracción necesaria para ella que a sus 25 años o un poquito más, era más que necesario tener su momento de esparcimiento. En uno de esos bailes conoce a Clementino. Siempre iban al mismo local coincidiendo ya que el músico tenía sus presentaciones ahí. En poco tiempo se hacen amigos y luego la iba a visitar a su barcito con frecuencia, para después pasar a ser más que amigos.

En una de las presentaciones de Clementino y estando Cristina presente en el local, se le acerca a ella y le dice que le tiene preparado un tema en especial y que le va a dedicar. En ese momento Clementino ya estaba casado y Cristina también estaba en pareja. Ante el planteamiento, Cristina le dice que ni se le antoje hacer nada parecido y que si la nombra, hasta lo podría matar ya que la pareja de ella estaba también en ese lugar. Él le responde que no la nombraría y que quedaría entre ellos de manera informal, y eso se desprende ya que al final de la música el compositor afirma: “Ha ko’ëramo tupaópe, ñamenda mba’e haguä” (así mañana en la Iglesia podríamos casarnos), cosa imposible por la condición que tenían ambos.

Dicho esto, y en el contexto coyuntural con que se desarrolla esta historia, el tema no fue una propuesta formal, sino más bien un código que quedaría en la inmortalidad y que no pasaba de una broma, una joda, como decimos los habitantes de la cuenca del Plata, para con Cristina.

El tema musical fue grabado por primera vez por Bernardo Ávalos y su Conjunto Panambi Rory, luego versionado por otros grandes como el dúo Quintana-Escalante, Vocal Dos, el dúo Mongelos-Torales, el dúo Oviedo-Barreto, Julio César del Paraguay, Óscar Pérez y su Alegre Fórmula Nueva, Grupo Tavarandu entre tantos otros.

Por ello, ni es loa a la mujer del campo exaltando sus cualidades domésticas, ni es una proclama machista con tufo denigrante. Así lo entiendo yo.

Fuente: Declaraciones del Dr. Juan Nicolás Javaloyes Matta, plasmado en el Libro LAS VOCES DE LA MEMORIA – TOMO IV, por Mario Rubén Álvarez.

OBSERVACIÓN: Las palabras en guaraní en su mayoría son AGUDAS, por lo que el acento recae en la última sílaba y al escribirlo no se pinta el acento. Ejemplo: Tavarandu, se pronuncia Tavarandú, Panambi se diría Panambí, etc. Sin embargo, si la carga del acento no es en la última sílaba, entonces se pinta. Ejemplo: Ahayhúva, Aníke, Araíre, Anichéne, etc.

 

KUÑA GUÁPA

Gallokuéra osapukái ko’ẽtĩ oñemboja

epu’ã eñakãkãrãi kuña guápa tahecha

toku’ékena tumby tojuasáke tetyma

typycha tojeroky taiñesperánsa kosina.

 

Ka’ay tahetyma, tahyjúi ha tahaku

hendaguépe kaferã aje’íma topupu

tokarúke ryguasu, tombo’a, tahyguãtã

y pyahu tojereru, kambuchi torrevosa.

 

Toîmba tembi’urã tata ári tahaku

hendaguépe ao ky’a heta põrã taijaruru

morõtĩva kamisa taipotĩ tahyakuãvu

ani anga hesa’yju ovyvyha rupi opyta.

 

Savana kotypegua taipotĩ tapiaite

portiju ladosegua taheve káda ko’ê

koty’ípeke toiko torypápe la karu

pukavýpe tereiko, torrendi che mborayhu.

 

Kane’õ ladosegua araíre tohopa

osoróva umi che ao pya’ete erremenda

nde deber ka’arugua pohãita ku tererépe

téreho che rendaitépe ha upéi tamerenda.

 

Oguãhẽvo ka’aru tereho eñempolva

tojajái umi nde resa ha py’ỹĩnte che retũ

kuña guápa nde rekópe virumi reipurukuaáva

ha ko’ẽramo tupaópe ñamenda mba’e haguã.

 

HACENDOSA MUJER

Ya los gallos cantarinos llaman al amanecer,

levantándote mujer quiero verte trajinar.

Movimiento sin cesar que engalane tu existir,

una escoba danzarina que anteceda al cocinar.

 

Que el mate mañanero haga galas de sabor

para luego preparar, desayuno por doquier.

Que las aves de corral se alboroten como ayer,

y que todo se renueve hasta el agua de tu amor.

 

Llamaradas del fogón la cocina avivarán

y un montón de ropa al fin al remojo lo pondrás.

De la alcoba nuestro ajuar su blancura exhibirá,

exquisito en su sabor tu manjar me ofrecerás.

 

Que la cama esté muy limpia, te lo pido por favor

Que el almuerzo cada día se renueve en su sabor.

En el pequeño comedor, almorcemos con amor

El lugar acogedor, sintonía de pasión.

 

Tu fatiga y aflicción por las nubes volarán,

y de nuevo empezarás hacendosa tu labor.

Tu belleza cuidarás y tu boca dulce miel

me dará siempre al pasar remozando mi existir.

 

Y la tarde al concluir tu misión has de cumplir

de tus manos beberé delicioso "tereré".

Hacendosa como eres mis tesoros cuidarás,

y mañana frente a Dios nuestras vidas se unirán.

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